¡Recién llegado!

Mi llegada a Sydney fue un tanto extraña debido a que llevaba 28 horas volando y en los cuales había visto dos anocheceres, ya no sabía ni si había llegado bien o dónde estaba. Lo primero que hice nada más dejar las cosas en la resi fue ir a dar una vuelta por Hyde Park ( sin tener ni idea de qué era ) e  ir por la zona financiera para palpar un poco el espíritu nocturno australiano, así pasaron mis primeras horas en Sydney antes de irme a la cama.

A la mañana siguiente me desperté temprano debido a que aquí amanece muy pronto y te sientes con la necesidad de hacer algo y a las 08 ya estaba poniendo rumbo a la calle con mapa en mano en busca de nuevos lugares los cuales visitar e ir cerrando los típicos detalles de tu llegada a Sydney, conseguir el Tax file number, tu nuevo número de teléfono, abrirte una cuenta bancaria etc.. todo ello con la ayuda de Information Planet que también te explican y aconsejan cómo moverte por la ciudad, qué lugares debes visitar, y cualquier duda que te surja.

Después de una mañana y mediodía muy ajetreado decidí salir hacer algo de deporte por la zona de la ópera de Sydney y cuál fue mi sorpresa al ver que a las 18.00 ya era noche cerrada, eso sí, cabe decir que aún así hay mucho ambiente por las calles, los comercios siguen abiertos y el color de la ciudad de noche es precioso. Sin duda, una de las cosas que más me sorprendió el primer día fue la cantidad de asiáticos que ves por la calle ( son Australianos la mayoria pero con descendencia Asiática que se mudaron a este país hace ya varias generaciones ) y la inmensa cantidad de gente adicta al deporte, corriendo, entrenando por los parques, practicando yoga,  atletismo, boxeo, Rugby, fútbol, vamos… ¡el paraíso de cualquier deportista! Sólo llevo dos días en la ciudad pero aquí solo se respira optimismo, bienestar y calidad de vida.

Aquí os dejo unas fotos de mi primera toma de contacto,