¿Qué es para ti “para siempre”?

Pues bien, parece que esta es la trendy question cuando te marchas al extranjero, igual a más de un@ también se lo preguntan en su casa cuando sale de fiesta; pero para la gran mayoría de los mortales, suele ser la grapa a sus billetes de avión: ¿Te vas para siempre?

A mi  personalmente me resulta una pregunta bastante difícil de responder pues para ser solo dos palabras, abarcan bastante. Llevo 6 meses en Australia, aunque debo confesar que es mi segunda vez. Estuve en Sydney en 2010 por 7 meses. En este tiempo, la pregunta ha ido cambiando desde cuánto tiempo te vas, tienes fecha de vuelta, volverás, quieres quedarte para siempre…

Yo la verdad es que no sé que contestar porque ahora mismo sí me quiero quedar para siempre. Quiero quedarme para siempre que haya terminado todas las cosas que me quedan por hacer en este país. Ya os digo que no son pocas. Porque la verdad que en este país se te antoja hacer todo ese tipo de cosas que jamás te plantearías hacer en tu ciudad de origen.

Y también hacemos muchas cosas que no se nos antojan, pero que vienen a ser algo parecido a las novatadas. Pues tod@ recién llegad@ tiene que pasar por hacerlas. Por ejemplo, nadie se libra de mover bandeja y lucir horribles uniformes mientras australianos y australianas estupend@s desfilan hacia tu mesa esperando pasar una maravillosa velada.

Eso sí, no os creáis que las bandejas caen del cielo. Hay que darle bastante a la chancla y dar con el lugar adecuado. La verdad, aunque de siempre se ha sabido que la hostelería es un mundo muy sacrificado, a mí aquí incluso me gusta. Vale que los fines de semana ya ni los hueles, pero siempre se prepara alguna para cuando se acaba de trabajar. La unión hace la fuerza. Y si tienes suerte con tus compañer@s, pasarás ratos increíbles.

Por otro lado, también debo de admitir que la respuesta a la pregunta varía tanto como el tiempo en esta ciudad. Depende de cómo sople el viento cada día, querrás quedarte o marcharte para siempre. Y es que en una ciudad con tantas oportunidades, el azar siempre está pululando en el ambiente y es gran responsable de tu respuesta cada día. Como la vida misma, una montaña rusa en la que hay que saber afrontar tanto las subidas como las bajadas; los llanos no duran para siempre, imagínate si así fuera…

A día de hoy, como os decía, quiero quedarme para siempre porque no sé cuánto tiempo me llevará hacer todos los planes que tengo en mi cabeza. De momento, me quedo para siempre unos meses más. Deseando poder contaros muchas más cosas sobre mi experiencia en este país.

Hace un par de días me preguntaban si tod@s l@s español@s eran tan felices como yo aquí en Australia, porque de ser así, se comprarían unos billetes. Me sorprendió y me alegró esta pregunta, por salirse de la tónica… Yo contesté que era una buena observación y que no lo sabía, pero que por mucho billete que comprasen, hay que traer actitud. También, que suponía que por algo este país había sido elegido por tercer año consecutivo el país más feliz del mundo. A continuación, me volvió a caer la pregunta del millón: “¿Te quedarás para siempre?”. Y entonces fue cuando les dije: “Para siempre, un ratito más”.

Y tú, ¿te vas a quedar leyendo esto para siempre? No te quedes para siempre con las ganas de haber vivido una experiencia como es vivir en el extranjero. Experimentar una cultura que muchas veces te pondrá mirando hacia abajo, pero que terminaras sabiendo entender. Y otras que harán tu día como encontrarte a estos dos cupidos repartiendo flores el día de San Valentín.

Pero como nada es para siempre, porque el siempre es vulnerable, vente un ratito para siempre y así me cuentas qué es para ti “para siempre”.