Comienzo de las clases, conociendo gente nueva
En Sydney hacía muchísimo frío en Agosto… para mí, que venía de vivir en las Islas Maldivas donde las temperaturas son altas todo el año, fue muy complicado adaptarme.
Recuerdo que incluso ¡tuve que comprarme unas orejeras! Aún así no era un frío insoportable, sólo hacía falta abrigarse, así que me tuve que ir de compras… así con una excusa muy justificada.
Me fui al centro comercial que conocía, Westfield. Está en el número 188 de Pitt St y si no recuerdo mal, en las plantas más altas había varias tiendas de liquidación. Allí me compré dos abrigos, uno de cuadros en tonos marrones y uno blanco, me venían genial para lo que yo quería y me costaron apenas 50€ al cambio. Una ganga tratándose de Sydney.
También me compré unas botitas para estar en casa, con pelito por dentro que me costaron casi 4€ y que luego se convirtieron ¡en la prenda más deseada de mi casa! También compré algunas cosas más en varias tiendas de las calles Pitt St, Liverpool St, incluso George St. , la avenida principal de la city.
La señora con la que yo vivía me dijo una noche que iba a necesitar mi habitación para unos amigos que venían de viaje desde Londres. Me avisó con dos semanas, así que hablé con mi amiga española y le propuse escaparnos a otra ciudad esos días, ya que yo igualmente tenía que buscarme algún sitio donde dormir. Como no había empezado a trabajar aún, era la oportunidad perfecta.
En seguida empecé mis clases en APC (AustralianPacificCollege). El campus está en el número 189 de Kent St. , muy cerca del centro y a la espalda de Circular Quay.
El primer día no sabía dónde ir ni qué hacer, pero en seguida una chica súper moderna y amable me dio unos papeles para rellenar y me guió hasta la sala donde haríamos la prueba de nivel. Yo había solicitado estudiar Inglés General porque desde Information Planet me dijeron que luego podría cambiarme a otro curso más específico, ya que yo quería hacer Inglés enfocado al mundo de los negocios.
En la sala había gente de todas las edades, desde niños hasta muy adultos, nacionalidades a doquier, y todos con cara de no saber lo que está pasando. Fue divertido. En mi mesa nos sentamos 3 personas, un chico francés, un chico latinoamericano con una gran melena de rizos, y yo.
La prueba no me pareció sencilla, al menos una de las dos partes. Pero se ve que no lo hice mal, cuando me dieron opción a elegir cualquier curso, tenía un nivel avanzado de inglés.
El chico con el que compartí mesa se llama Pablo, es de Argentina y era la primera vez en su vida que salía de su país. Desde que le conocí no pude parar de reírme, no paraba de hacer bromas con todo y su inocencia me divertía muchísimo, nos hicimos amigos desde entonces. Añadimos al grupo otro chico que conoció Pablo en algún otro momento, de Colombia. Inevitablemente los que hablamos español hacemos piña… pero era sólo una parte del día, no me importaba volver a practicar mi español después de estar tanto tiempo en Maldivas sin apenas hablarlo.
La escuela está muy bien, casi todo es bastante nuevo y los profesores, en su mayoría, son nativos. Casi todos muy divertidos. Nosotros teníamos dos chicas, una señora que nos daba dos días, y una chica rusa con la que estábamos los otros tres días de la semana.
Efectivamente entré a hacer el curso de EAPC, entré desde el nivel más básico ya que se trataba de un curso de Inglés con propósito de negocios y quería asegurarme de que podía hacerlo. Me gustaba mucho mi clase, mis compañeros y yo formamos un gran grupo. Las actividades son bastante dinámicas, la profesora va al ritmo del más lento (cosa que a veces perjudica al que no lo es tanto) y en definitiva, aprendía muchísimo cada día.
Entablé más amistad con otro chico argentino, Carlos. Nuestros caracteres son muy parecidos y teníamos mucha complicidad, éramos los únicos hispanohablantes de la clase, así que era de esperar.
Los dos nos pusimos el reto de presentarnos a la prueba de nivel, y pasar a estudiar EAPB, el previo al curso que te da acceso a cualquier universidad de los países de la Commonwealth (Países gobernados por el Imperio Británico) pues considerábamos que teníamos un nivel más alto que el que la mayoría tenía en la clase.
Además de las clases, que las disfrutaba muchísimo, mi amiga y yo empezamos a planear nuestra escapada a una ciudad cercana, ya que teníamos 2-3 días porque no podíamos faltar a las clases. En Australia el mínimo de asistencia a clase es del 80% y el gobierno puede retirarte la visa de estudiante, por lo que no nos arriesgamos.
Elegimos Brisbane. Nos iríamos un fin de semana a la Costa dorada, Surfers Paradise y planeamos visitar a los koalas y canguros del Wildlife Park, donde habíamos leído que podríamos tocar y abrazar a los animales. Pero eso lo cuento en el siguiente post…
Sandra Manrique
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