Adaptándome a mi nueva vida en Sídney
Tener dos trabajos sonaba bastante bien, pero pronto empecé a agobiarme muchísimo. Apenas tenía tiempo para descansar, no tenía más que una tarde libre cada 2 semanas y aún así quería prepararme las pruebas de nivel para pasar al siguiente curso en mi escuela, todo un reto.
Aunque era agosto, en Sídney era pleno invierno, y el frío empezaba a ser intenso, tanto que ¡hasta me tuve que comprar orejeras!
En una de mis tardes libres, coincidimos mis amigas y yo y decidimos ir a un evento que se hacía en The Rocks llamado “Aroma Festival”. Se trataba de varios puestos de comida y de artesanía, había música en directo y el ambiente estaba genial. Los precios como era lo habitual, por las nubes, pero lo disfrutamos muchísimo.
Volviendo al tema de trabajo, recordad que yo trabajo en un restaurante mexicano como hostess y en un business hotel de 5 estrellas en pleno centro de la ciudad. En sí, no se parecían nada excepto por el trato con el público, pero había muchas más diferencias.
Jamás anteriormente había trabajando en un restaurante, o había puesto una copa, nunca. En este caso, me encanta trabajar en el restaurante porque el ambiente entre los trabajadores es perfecto. Muy buen rollo, gente joven, divertida… los clientes del restaurante pues son de todo tipo: parejas, grupos de amigos, familias… ¡incluso cenas de despedida hemos tenido! En definitiva, me lo paso genial en este trabajo y me llevo muy bien con mis compañeros.
Lo mejor de todo esto es mi nueva amiga: Jessi. La que es actualmente mi jefa, también se ha convertido en mi amiga. Nos reímos mucho juntas, hacemos compra online en nuestros descansos y ya nos hemos escapado a darnos un masaje en nuestra hora libre para liberar tensiones.
Sin embargo en el hotel … ¡todo lo contrario! El trabajo es lo que me gusta, lo que necesito, es hacia donde yo estoy enfocando mi carrera. Los compañeros pésimos, un mal rollo impresionante, una tensión casi inaguantable y en definitiva, no es un buen lugar para trabajar.
Los clientes que vienen al hotel pues son gente de negocios, por lo que cuando llegan, tienen prisa, vienen cansados, están normalmente de mal humor por estar trabajando en vez de en su casa… así que no son un target fácil de manejar. Respecto a mis compañeros, pues salvando a uno de los jefes y a la coordinadora que empezó a ser maja a los pocos días… el resto ¡no salvo a ninguno! ¿pero que le pasa a esta gente?
Compañerismo 0, yo entiendo que soy nueva y que es más fácil hacer las cosas por uno mismo que enseñarme a hacerlas yo y probablemente corregirme, pero este proceso es así, no todo el mundo nace sabiendo. Me han dado mucho problema al principio, no me he sentido apoyada en lo más mínimo y motivación nula para seguir trabajando. En dos días la información que me dieron fue excesiva, pero no me quejo, me gusta ponerme retos y trabajar aquí, sin duda, lo está siendo.
En 9 horas que paso en el hotel, tengo 30 min para comer y otros 30 partidos en 2, 15 minutos para prepararme antes de trabajar y asistir a la reunión diaria donde se nos actualizan las tareas y demás, y los otros 15 minutos, un pequeño descanso que puedes tomarte para ir al baño. Ni siquiera al baño podía ir y abandonar mi puesto de trabajo.
Si analizo estos puntos mencionados anteriormente, debería dejar el hotel y seguir con el restaurante, pero ahora viene el motivo por el cual sigo en los dos: dinero.
En el hotel me pagan mucho más que en el restaurante, y la experiencia pues es mejor y encaminada a lo mío en el hotel. Por lo que, en esta vida no todo es de color de rosa… ¡vamos a por ello!
En clase, yo asisto al curso de Inglés enfocado para negocios, se llama EAP y el nivel en el que me encuentro es el “C” . Mi objetivo es finalizar mis clases en el B, pues eso me certificaría en un buen lugar y me facilitaría las cosas en caso de querer seguir mis estudios en este camino. El nivel “A” te prepara para acceder a la universidad, y yo por tiempo y planes, no tenía ese objetivo.
Estudio por las noches cuando llego de trabajar y no me quedo dormida en el sofá con la ropa puesta. Hago todo el trabajo que me mandan en clase casi a tiempo y me estoy preparando lo mejor que puedo para el examen. Mi próxima meta: subir de nivel y cambiar d
e EAPC al curso EAPB.
Sandra Manrique
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